Profesor: Milton Soriano

jueves, 9 de octubre de 2008

Estrategia para el aprendizaje

Educación



I. Introducción

Desde hace al menos cincuenta años, la educación constituye un elemento indispensable en los planes de desarrollo de El Salvador en tanto se supone que: a) forma valores y crea identidades; b) promueve el dominio de habilidades básicas; y c) desarrolla conocimientos científicos y tecnológicos.

Hasta hace poco tiempo, el mayor esfuerzo en el campo de la educación se realizaba en los primeros grados de la educación básica, pues eran relativamente pocos los que alcanzaban el nivel de educación media o universitaria. Para muchos de los que asistían a la escuela, la educación no pasaba de conocimientos rudimentarios de lectoescritura y del manejo de las operaciones matemáticas más sencillas. En los últimos años, sin embargo, es claro que un desarrollo ligado a los procesos de globalización requiere de una población con niveles de escolaridad muchos más altos.

Como parte de la reforma educativa en marcha desde comienzos de la década de 1990, se ha recuperado algo del terreno que se perdió durante la década anterior debido a los recortes presupuestarios y el cierre de muchas escuelas ubicadas en zonas de guerra. Se han hecho esfuerzos notables para incrementar la cobertura de los servicios educativos del Ministerio de Educación (MINED) y se ha procedido a una descentralización de la administración educativa que coloca en manos de gerentes departamentales una serie de funciones y atribuciones que antes se realizaban en el nivel central.

Para mejorar la calidad de la enseñanza, se ha diseñado y ejecutado una política de producción y distribución de textos escolares gratuitos, especialmente en los primeros seis años del nivel básico. También se ha realizado una reforma curricular del nivel medio y se han impartido diversas orientaciones a los maestros sobre pedagogía y aspectos de la reforma educativa. Sin embargo, aún predominan las prácticas de enseñanza con base a la repetición y memorización, ambas asociadas con relaciones de poder y prácticas disciplinarias en el aula que poco aportan a la formación de ciudadanos con vocación democrática y habilidades necesarias para el aprendizaje.[1]

Si la enseñanza vertical no es la más propicia para estimular un espíritu de aprendizaje entre los educandos, tampoco las actividades de desarrollo profesional docente –de tipo unidireccional y masivo– estimularán la capacidad de aprendizaje permanente entre los docentes. Por lo tanto, una Sociedad de Aprendizaje debe generar dinámicas de actualización docente en las cuales participen los mismos docentes como protagonistas, investigadores y evaluadores.


II. Objetivos de la educación con relación a la Sociedad de Aprendizaje

Una sociedad de aprendizaje en todos sus ámbitos se fundamenta en una ciudadanía aprendedora, dispuesta a buscar permanentemente nuevos recursos de información, nuevos conocimientos y nuevas habilidades para enfrentar un mundo cambiante. Para acercarnos a esa sociedad, uno de los principales retos de la nueva educación en El Salvador, tanto pública como privada, es la adopción de técnicas pedagógicas orientadas fundamentalmente a potenciar la capacidad de aprender. Paralelamente, en un mundo interconectado y cambiante es más urgente que nunca la actualización permanente de los educandos –y esto depende en gran medida de la actualización permanente de los conocimientos de los docentes.

Se considera, por ende, que cualquier mecanismo que promueva y estimule dinámicas de actualización permanente de la metodología y los conocimientos del cuerpo docente –que convierta al magisterio en mujeres y hombres aprendedores de por vida– tendrá un efecto multiplicador en la actual y futuras generaciones de salvadoreñas y salvadoreños. Este punto es particularmente crítico porque el sistema de educación formal constituye el agente fundamental del fomento o frustración del espíritu aprendedor durante varios años cruciales de la vida de cada ciudadano. En resumidas cuentas, un magisterio aprendedor y dinámico es imprescindible para garantizar el éxito de la educación del mañana.

Los objetivos y retos de la sociedad de aprendizaje para el sector de educación contemplan los siguientes aspectos fundamentales:

Una dinámica educativa centrada en el aprendizaje permanente de la población salvadoreña, a partir de los niveles más básicos de la educación formal.
Una dinámica educativa impulsada por un cuerpo docente aprendedor, dinámico y de conocimientos amplios.
Un esfuerzo educativo que busca cerrar las brechas entre la educación impartida en las zonas rurales y urbanas, entre escuelas públicas y privadas, y entre distintos sectores económico-sociales.
Un esfuerzo educativo que busca cerrar la brecha entre conocimientos generales y conocimientos matemático-científicos.
Una provisión continua y sistemática de medios, recursos, metodologías y contenidos que permitan el aprendizaje permanente.


III. Diagnóstico general

La situación de la educación en El Salvador ha sido ampliamente estudiada. Una serie de investigaciones puntuales así como estudios más generales ofrecen abundantes elementos de juicio para elaborar diagnósticos sobre las diversas facetas que conforman el sistema educativo.[2] Dentro de la complejidad que caracteriza a cualquier sistema educativo, es posible identificar algunos aspectos que tendrán que abordarse de manera frontal si se quiere lograr mejoras significativas en los rendimientos educativos.

Fortalezas y oportunidades

Los esfuerzos por mejorar la calidad de los servicios educativos en El Salvador cuentan con una serie de puntos a su favor. Aunque todas las fortalezas mencionadas son relativas y no absolutas, las oportunidades sí son reales y deben servir como punto de partida en la formulación de proyectos:

La educación es valorada positivamente por la población como medio para lograr mejores condiciones de vida, oportunidades de trabajo y ascenso social.

La educación pública ha recibido apoyo político en forma de incrementos significativos en las partidas presupuestarias del Estado.
Las organizaciones de cooperación internacional actualmente privilegian la educación en su asignación de recursos financieros y técnicos.
La formación de maestros en las universidades incluye ahora un énfasis importante en las prácticas.
La cobertura de los servicios educativos se ha ampliado considerablemente, especialmente en el nivel de educación media –donde los colegios privados juegan un papel preponderante– y en las áreas rurales mediante la modalidad de escuelas de Educación con participación de la Comunidad (EDUCO).
El sistema pedagógico adoptado –al menos formalmente– es el constructivismo, que subraya el desarrollo de las habilidades del aprendizaje por encima de la acumulación de conocimientos; el constructivismo supone que el aprendizaje será estimulante, pertinente y gratificante y se desarrollará con base a los conocimientos existentes del educando.
La tecnología disponible --audiovisual, comunicación electrónica-- ofrece posibilidades de apoyo a la docencia que no existían antes, incluyendo la transmisión de conocimientos y el establecimiento de redes electrónicas dentro y fuera del país. Los planes actuales del Ministerio de Educación (MINED) contemplan inversiones fuertes en la compra e instalación de equipo electrónico mediante la modalidad de los Centros de Recursos para el Aprendizaje (CRA).[3]
Las niñas y los niños son aprendedores por naturaleza, lo cual les da una enorme ventaja pese a las limitaciones y obstáculos que encuentran durante sus años de estudio.

Limitaciones y obstáculos:

Pese a los avances y los logros alcanzados en los últimos diez años, la educación en El Salvador tiene que superar notables obstáculos si quiere ponerse al día para enfrentar los retos del desarrollo. Algunos de estos obstáculos o deficiencias son ancestrales; otros son de origen más reciente. Juntos constituyen un complejo de problemas que deberá enfrentarse mediante un conjunto de esfuerzos permanentes y coordinados.

Entre los problemas más antiguos, podemos mencionar los siguientes:

La deserción y el fracaso escolar siguen siendo altos, especialmente en los primeros grados de básica y en las zonas rurales, donde las condiciones de pobreza son más agudas. Por ejemplo, en las zonas rurales menos del 40% de los jóvenes de quince años asisten a la escuela.[4]
La introducción de nuevos contenidos y recursos de aprendizaje está reñida con prácticas pedagógicas inadecuadas, tales como una enseñanza vertical, unidireccional, memorística y repetitiva.
No existe una tradición de actualización permanente entre los maestros, ya sea autodidacta o dirigida. Si los maestros se exigen poco a sí mismos, tampoco esperan mucho de sus alumnos.
Muchos alumnos, especialmente en las zonas rurales y urbano-marginales, tienen serias limitaciones para aprender por su cuenta fuera de la escuela debido a obligaciones de trabajo, falta de estímulos y entornos apropiados en sus hogares y ausencia de recursos de aprendizaje fuera del aula.
Los maestros con frecuencia se dedican a segundas y terceras actividades, dentro y fuera de la docencia, que limitan su desempeño en el aula (planificación didáctica, búsqueda de documentación adicional etc.).
Ocurre todavía que los maestros que han sido formados para trabajar en determinado nivel o asignatura terminan en áreas o niveles distintos, a pesar de que la Ley General de Educación manda que los maestros deben trabajar en el nivel para el cual se prepararon.

Los problemas de origen más reciente incluyen:

La poca claridad en torno al significado o importancia de la reforma educativa: algunos piensan que es una precondición para la globalización y la instalación de maquilas o para iniciar la privatización de los servicios de educación pública, mientras que otros consideran que los cambios son impuestos por las organizaciones internacionales de cooperación.
Las sesiones orientadas al desarrollo profesional de los docentes en servicio hasta ahora no han generado cambios significativos en la docencia, porque sus contenidos se han limitado a la transmisión vertical y masiva de información relativa a la reforma educativa, y su duración ha sido muy corta.
El cuerpo magisterial está compuesto por individuos que provienen de una diversidad de instituciones de formación de maestros (escuelas normales, institutos, universidades), lo cual complica la puesta en marcha de reformas que buscan impactar de manera pareja en la oferta de servicios educativos. En el cuarto grado, por ejemplo, los maestros son normalistas (14%), bachilleres pedagógicos (28%), titulados en profesorado (35%) y licenciados (7%).[5]
No se ha realizado ningún esfuerzo en la formación profesional de los directores de escuelas y colegios, lo cual limita su papel en los cambios que requiere la reforma educativa. Los directores de escuela están sobrecargados actualmente con tareas administrativas diversas, lo que limita su capacidad para apoyar y acompañar a los maestros en el aula. Tampoco tienen mayores estímulos salariales para mejorar su desempeño.


IV. Problemas principales

El desempeño inadecuado de la educación nacional –pública y privada– no es asunto de los últimos tiempos. Sus raíces son profundas, aunque la situación crítica de la educación se acentuó durante la década de 1980, cuando todos los indicadores de desarrollo social se vieron deprimidos por la contracción de la economía y la desviación de buena parte de los recursos fiscales hacia la guerra. No obstante, la situación de la educación hoy en día todavía estaría reclamando una atención prioritaria con o sin el impacto ocasionado por la década de guerra.

Las consecuencias de no alterar el sentido y los resultados de la educación ya pueden observarse. El Salvador es de los países centroamericanos que menos éxito ha tenido en atraer inversión extranjera, muy diferente al caso de Costa Rica, cuyos esfuerzos en educación están rindiendo frutos en la forma de inversiones enormes en industrias de tecnología avanzada.[6] Además, nuestro país está pobremente preparado para enfrentar la gama de problemas ambientales y sociales cuando la población tiene niveles educativos tan bajos.

En términos generales, el sistema educativo no cumple con las demandas que se le asignan porque el esfuerzo que se hace es insuficiente y su enfoque es deficiente. Los maestros no reciben estímulos adecuados ni tampoco se les exige administrativamente el cumplimiento de todas sus obligaciones. El tiempo de muchos alumnos –especialmente en las escuelas públicas de zonas rurales y urbano-marginales– está reñido con las obligaciones que tienen que cumplir en la casa y en los sitios de trabajo; es decir, el tiempo real que tienen para aprender se circunscribe al salón de clase. Por lo tanto, las deficiencias del sistema educativo son atribuibles a tanto las condiciones que imperan en las escuelas como al entorno social y familiar en el que se desenvuelven los alumnos, lo cual no debe constituir sorpresa alguna.

El sistema educativo poco puede hacer de manera directa por mejorar el entorno social o familiar, al menos no de manera inmediata y significativa. Por definición, la educación es un esfuerzo social cuyos frutos se verán en el mediano y largo plazo. Sin embargo, la escuela puede –y debe– mejorar la calidad del esfuerzo que realizan maestros y alumnos en el aula, además de solicitar y recibir el apoyo de la comunidad. De lo contrario, el trabajo educativo seguirá orientado a producir resultados que no guardan relación con los objetivos del desarrollo globalizado.

Sin descartar la naturaleza sistémica de las deficiencias de la educación en El Salvador, no hay duda de que una mejoría de la calidad de la educación pasa por una mejor cualificación del cuerpo magisterial. Al fin de cuentas, buena parte de la experiencia educativa ocurre precisamente en el salón de clase por medio de la interacción de alumnos y maestros. La introducción de libros de texto, equipo de laboratorio, computadoras y cualquier cantidad de otros recursos de aprendizaje no altera la importancia crítica del vínculo maestro-alumno, aunque sí desempeñan un papel auxiliar crucial. Lo que tiene que cambiar primordialmente es el papel del maestro: debe pasar de ser la fuente última –a veces única– de información y conocimientos, a servir como catalizador del desarrollo de las capacidades de aprendizaje de los alumnos que tienen a su disposición una variedad de instrumentos del saber.

La situación actual de los maestros (al menos los del sector público) se caracteriza fundamentalmente por lo siguiente:

Pocos incentivos que permitan valorar la importancia de su labor, combinado con una autoestima baja, lo cual contribuye a una cultura del mínimo esfuerzo.
Ausencia de programas de desarrollo profesional docente y de actualización continuas.
Poca comunicación entre docentes sobre temas de interés profesional.
Poca aceptación de métodos de enseñanza más activos y participativos, los cuales requieren mayor esfuerzo, flexibilidad y apertura mental por parte del maestro, además de equipo y tiempo que no siempre están disponibles.
Insuficiente dominio de conocimientos básicos de las materias impartidas, reflejo tanto de una formación inicial deficiente y la ausencia de oportunidades de actualización.
Insuficientes materiales de apoyo (recursos del aprendizaje) y poca orientación y apoyo para su uso adecuado.
Causas del problema principal:

Los problemas que inciden en el desempeño del magisterio pueden dividirse en tres categorías: a) aquellos derivados de la falta de recursos (monetarios, materiales, intelectuales); b) aquellos que tienen que ver con la dinámica social (actitudes, relaciones, voluntad de cambio); y c) los que están ligados a la formación docente (desarrollo profesional docente, actualización).

El presupuesto nacional dedicado a la educación no ha aumentado de manera correspondiente al incremento de la población nacional. Asimismo, a pesar de los aumentos salariales y recursos adicionales proporcionados por la cooperación internacional, persisten deficiencias en el dominio de las materias que imparten los maestros, especialmente en las áreas de matemáticas y ciencias naturales.

Pese al reconocimiento de que el desarrollo profesional docente y la actualización en servicio del magisterio son actividades determinantes para elevar la calidad de la docencia, es poco lo que se ha hecho en este sentido. Por una parte, las actitudes hacia el magisterio todavía se encuentra marcadas por la conflictividad de las décadas pasadas y por la falta de comunicación entre autoridades, técnicos y gremios magisteriales. Por otra, los maestros no tienen mayores estímulos para actualizarse más allá de un título universitario, el cual se considera suficiente acreditación para el resto de su carrera docente.

Fuera de lo que es el sistema educativo propiamente, la sociedad mayor –incluyendo a los padres de familia– tampoco exige de los maestros más que el desempeño tradicional al privilegiar valores como la disciplina, la obediencia y la aceptación sin más de la autoridad. También se entiende comúnmente al sistema educativo como un proveedor de diplomas que aseguran empleo e ingresos, mas no como un ejercicio para el desarrollo de las habilidades para aprender.

La formación de docentes ahora es responsabilidad de las universidades, las cuales están en capacidad de impartir un cúmulo de conocimientos teóricos pero se quedan cortas en lo que se refiere a conocimientos y experiencias prácticas, lo cual constituye una limitante seria. Además, para la persona que se dedica a la docencia, el actual escalafón contempla estímulos articulados a los títulos o grados académicos obtenidos, mas no existen estímulos basados en el desempeño práctico del docente, ni existen criterios de evaluación del docente más allá que el rendimiento escolar de sus educandos. Finalmente, el desarrollo profesional docente continuo es una prioridad actualmente muy baja dentro del sistema educativo del estado; tampoco existen canales de transmisión de buenos ejemplos e innovaciones docentes que permitan difundir tales prácticas al grueso del cuerpo magisterial.

Reto concreto:

Lograr una práctica de aprendizaje y superación permanente entre el cuerpo docente salvadoreño.



V. Proyectos, iniciativas y recomendaciones

A. Proyecto principal del círculo:

Red piloto de grupos de aprendizaje entre docentes del sistema de educación pública

Justificación:

La mejor forma de abordar el reto identificado es en base al potencial que existe dentro del mismo cuerpo docente, buscando la generación de nuevas dinámicas que multipliquen este potencial a través de todo el magisterio. Dentro del cúmulo de experiencias que constituyen el sistema educativo nacional, consideramos que sí existen maestros que:

han desarrollado buenas prácticas docentes en el aula;
desean compartir sus experiencias y escuchar comentarios sobre las mismas;
necesitan adquirir confianza en sus habilidades mediante el reconocimiento de las tareas bien ejecutadas y el apoyo para modificar aquellas que muestran deficiencias.
Esta propuesta está dirigida, entonces, a identificar los puntos y los mecanismos para aprovechar las experiencias positivas (mejores prácticas) de los maestros en servicio, y a la vez involucrando creativamente a los padres de familia y la comunidad en la superación del problema.

Este enfoque tiene varias ventajas sobre los sistemas tradicionales de seminarios y conferencias masivas. En primer lugar, dado el tamaño, dispersión y heterogeneidad del cuerpo docente nacional –más de 30,000 maestros solamente en el Ministerio de Educación, y con tendencia al crecimiento– no es posible un abordaje masivo, parejo y constante que incorpore simultáneamente a todos los integrantes del magisterio a menos que se cuente con recursos y tiempo muy abundantes. Mucho más efectivo será un sistema que se adapte a las disponibilidades de tiempo de cada maestro, lo que supone descentralizar y flexibilizar la capacitación en servicio.

En segundo lugar, no todos los maestros tienen las mismas inquietudes, expectativas y necesidades en lo que se refiere a la capacitación en servicio. Por ejemplo, existen diferencias importantes entre los entornos escolares en las zonas rurales y urbanas, entre las materias humanísticas y científico-matemáticas, entre las escuelas públicas y privadas, y así por el estilo. Estas diferencias requieren de los maestros una adecuación especial de las prácticas docentes y los contenidos de las materias. Las capacitaciones masivas difícilmente pueden tomar en cuenta todas las variantes que deben enfrentar los maestros.

En tercer lugar, las capacitaciones masivas inhiben la participación y la práctica individual de los maestros. Al igual que el enfoque constructivista prioriza el hacer de los alumnos como elemento indispensable para construir y cimentar los conocimientos, también es importante que los maestros practiquen y comprueben la eficacia de su propio aprendizaje.

Objetivo general:

Aportar a la construcción de una Sociedad de Aprendizaje en El Salvador, en base a la calidad y sostenibilidad del aprendizaje escolar, a través del fomento del aprendizaje permanente, dinámico y sostenible entre grupos de maestros del sistema de educación pública, acompañados por miembros de la comunidad.

Objetivos específicos:

Crear y apoyar grupos piloto de aprendizaje integrados por maestros en servicio dentro del sector de la educación pública, acompañados por miembros de la comunidad, que busquen actualizar sus conocimientos profesionales y mejoren sus prácticas pedagógicas, y que por su ejemplo generen dinámicas más generalizadas de aprendizaje en grupo entre el cuerpo magisterial.
Fomentar intercambios dinámicos y permanentes entre los grupos para enriquecer el proceso de aprendizaje magisterial.
Medir y evaluar el impacto de los grupos y la red piloto en cuanto al aprendizaje de los maestros y la calidad de la enseñanza-aprendizaje en el aula.
Sistematizar y difundir las experiencias y materiales generados a través de los grupos para estimular y apoyar la futura conformación y desarrollo de grupos de maestros.
Consideraciones:

Dentro del marco de las consideraciones que caracterizan la construcción de una Sociedad de Aprendizaje, esta red piloto representa un esfuerzo modesto pero clave para mejorar las dinámicas del aprendizaje en el sistema educativo, al priorizar el intercambio y construcción de conocimientos dentro de un grupo inicial del cuerpo magisterial. Por lo tanto, el monitoreo y evaluación de este esfuerzo deben de ser esmerados para que el piloto arroje lecciones útiles para el futuro del aprendizaje entre maestros. De ser positiva la experiencia, entonces, su amplia difusión será de fundamental importancia para estimular la replicación del experimento.

Una consideración fundamental que influirá en el éxito de este proyecto es la voluntad de las autoridades educativas de apoyar este tipo de esfuerzo y permitir que se desarrolle sin una supervisión directa, sino que a través del acompañamiento y apoyo. En segundo lugar, el proyecto podría ser más atractivo para los maestros al contar con la participación directa de uno o más organismos no gubernamentales, quienes se encargarían de mantener una coordinación ágil con el Ministerio de Educación. En tercer lugar, los problemas del tiempo y las distancias podrían limitar la participación de los maestros a pesar de su voluntad de integrarse a un grupo, por lo cual sería recomendable obtener el apoyo y participación de los directores y del Consejo Directivo Escolar (CDE) de la localidad. Finalmente, la existencia de conectividad electrónica –a través de Infocentros, por ejemplo– potenciaría la calidad y dinamismo del intercambio de experiencias entre los grupos.

Participantes:

Los candidatos a participación, como beneficiarios directos del proyecto, deberían de ser grupos voluntarios de maestros constituidos informalmente (por afinidad y deseo de participar en el piloto pero sin institucionalidad) o formalmente (con el apoyo o incluso la participación del director del centro educativo), con la participación adicional de los padres de familia interesados. Si participa el director de la escuela, sería importante guardar un papel de colaborador y aprendedor. La selección debería de realizarse en base a la claridad de propósito expresado y la voluntad de aportar tiempo y recursos locales.

La oportunidad presentada por la implementación del proyecto de Centros de Recursos para el Aprendizaje (CRA) en una gran cantidad de institutos públicos podría prestarse a la creación de grupos en algunos de éstos. A la vez, la enorme necesidad de superación entre las escuelas primarias de las zonas rurales constituye un argumento fuerte a favor de dar prioridad a grupos de maestros provenientes de este sector. Finalmente, dada la proyección de círculos de estudio –dirigidos por el Ministerio de Educación– entre los maestros asociados con las escuelas modelo, sería interesante incluir algunos de éstos en el monitoreo de las distintas experiencias.

Podría ser útil seleccionar a los grupos participantes por región o departamento, para lograr resultados más consistentes en la evaluación.

Actividades:

Seleccionar y capacitar a un grupo de facilitadores que acompañarán a los grupos durante 1-2 años.
Establecer e implementar desde el inicio un esquema adecuado de monitoreo y evaluación.
Desarrollar una agenda flexible de reuniones, abordando aspectos tales como:
la captación y sistematización de buenas prácticas en el aula
la exposición y discusión de experiencias nacionales e internacionales
la superación individual y grupal en términos del dominio de materias seleccionadas por los maestros
el mejoramiento de las técnicas pedagógicas
la difusión y discusión de materiales de apoyo
la evaluación del progreso al observarse mutuamente en el aula
lecciones aprendidas y retos a superar
la producción de materiales didácticos
Desarrollar y sistematizar permanentemente la metodología utilizada.
Intercambios de experiencias entre grupos, a través de los facilitadores, conexiones electrónicas y congreso(s); reconocimientos por esfuerzo y calidad; publicación de materiales didácticos producidos.
Difundir los resultados de los grupos ampliamente; promover la creación de nuevos grupos; sistematizar información y recursos de apoyo a los grupos en bibliotecas, centros de recursos, instituciones afines, páginas Web.


B. Iniciativas de valor agregado a otros proyectos

El proyecto piloto de grupos de aprendizaje entre maestros se verá fortalecido con la instalación de la red de "infocentros" que actualmente promueve la Asociación Infocentros de El Salvador, y por la red de Centros de Recursos del Aprendizaje (CRAs) que el Ministerio de Educación instalará en los institutos del nivel de media en todo el país. Los infocentros y los CRAs tendrán amplias facilidades para la transmisión de mensajes por vía electrónica, lo cual los convierte en los medios ideales para la interconexión de los grupos de aprendizaje de los maestros. Además, estas instancias podrían colaborar con otras iniciativas, tales como:

La capacitación vocacional y técnica y la educación de adultos mediante, por ejemplo, la elaboración y colocación de sitios Web que reúnen recursos de aprendizaje permanente fuera del marco de la educación formal. Esta iniciativa requeriría la participación de las instituciones más importantes que ofrecen capacitación a diversos niveles, por ejemplo, universidades, institutos, INSAFORP, etc.
El desarrollo de cursos en línea (cursos a distancia) a través de infocentros y CRAs que desarrollarían los mismos agentes mencionados en el punto anterior. Semejante iniciativa requerirá de un sistema de acreditación especial.
En algunos sitios a manera de proyectos piloto, se puede coordinar la labor de los infocentros con los CRAs, gerenciados ambos por los consejos de padres de familias que se encargarán de administrar los CRAs respectivos. De esta manera, cada uno apoyaría la labor del otro, especialmente en situaciones cuando la demanda en uno supere su capacidad instalada o cuando se requieran de servicios especiales. Los infocentros y los CRAs también podrían intercambiar información sobre administración y manejo de recursos que redundarían en un mejor funcionamiento de ambos; este es un criterio especialmente importante ante la preocupación que se tiene por la autosostenibilidad de los CRAs.
La generación de los contenidos electrónicos necesarios para complementar el currículum escolar, por ejemplo textos de historia y literatura salvadoreña, arte y cultura, datos estadísticos nacionales y municipales, etc. Se presume que a raíz de esfuerzos complementarios tales como Infocentros y conectividad general, irá en aumento la generación de dichos contenidos por parte de otros agentes, así que un esfuerzo especial encabezado por las autoridades y campeones de la educación salvadoreña debe orientarse particularmente hacia el ordenamiento electrónico y permanente actualización –a través de páginas índices o portales– de la información existente según nivel escolar y materia.


C. Políticas y recomendaciones complementarias

De las discusiones del grupo de educación surgieron varias recomendaciones adicionales de proyectos y políticas para el sistema de educación formal, que se listan de manera abreviada a continuación.

Garantizar el énfasis en las prácticas en la formación profesional docente que se realiza en las universidades.
Organizar escuelas o institutos de desarrollo profesional docente para los directores y supervisores, que ofrecerían diplomado en vez de título, y que harían énfasis en las prácticas y el aprendizaje. De esta manera se comenzaría a superar la improvisación que acompaña el nombramiento de directores y supervisores y se fortalecería todo el proceso de descentralización del sistema educativo.
La ley de educación vigente representa un importante avance en relación a las prácticas del pasado que premiaban a los maestros según el nivel de educación en el cual enseñaban. Actualmente, el escalafón toma en cuenta el nivel académico alcanzado para efectos de ubicación escalafonaria, independientemente del nivel en el cual se desempeña el maestro. Sin embargo, no existen mecanismos para estimular ni para acreditar el aprendizaje permanente (cursillos, seminarios, congresos, producción de material didáctico, los grupos establecidos en el presente proyecto, etc.) que mantendrían actualizado al maestro. Sería conveniente incluir semejantes criterios en una reforma a la ley de educación.

en mi opinion esta bien que mined (ministerio de educacion)tenga planes para el incremento de aprendizaje de todas las edades para convertir a las personas en seres mas culturalees y ademas mas sabedores de todo lo que el mundo puede frecerles

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